
Triunfan en tu cuerpo todos los pecados,
Son tus labios rojos flores de mentira.
Son simas de orgullo tus ojos rasgados.
Tus palabras roncas, torrentes de ira.
Tenazas de gula son tus dientes blancos.
Tus pechos, almohadas para la pereza.
Y en tu vientre nubil y en tus firmes flancos,
la sierpe lujuria yergue la cabeza.
No estan los estigmas del sabado impresos
en tu faz de virgen con que atraes y engañas;
mas tu lengua sabe satànicos besos
y el amor de chivo quema tus entranas.
Vas al aquelarre donde clama y brinca
tropel monstruoso. Tu sola presencia
lo para, y sus dardos en tu cuerpo hinca
de la obscena turba la concupiscencia.
Y al llegar el dìa te truecas en gata
de ojos canelas, alba piel y finas unas;
y al que a tu misterio de acercarse trata,
le halagas primero, despues le rasguñas.
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